Juan y Antonio, de toda la vida, amigos... hasta que un árbol los separó. Imagínate: Juan, que es un amante del olivar, encuentra que la sombra de su árbol se mete en el terreno de Antonio. ¡La guerra estaba servida!
"¡Eso es mío!"
"¡Que no, que eso lo planté yo!"
Los vecinos ya ni se saludaban por la mañana, y las aceitunas ¡ni en pintura!
Pero llegó PROACUERDO al rescate.
Con una buena charla, planos en mano y todo muy claro: ¡los olivos seguían siendo de Juan! Pero gracias a la mediación, Antonio quedó contento con el trozo de terreno a su lado para plantar sus propios olivos.
¿El resultado?
- ¡Un acuerdo firmado!
- ¡Y más aceitunas para todos!
¿A quién no le gustaría que los conflictos de lindes se resolvieran sin gritos y con una buena mesa de trabajo?
¡Y así solucionamos el lío de lindes! Ya sabes, en PROACUERDO resolvemos con tranquilidad.